lunes, 26 de enero de 2009

Dulce espectáculo, desborde de energía

   
 No solamente es un espectáculo que se admira, se vive en cada una de sus canciones y coreografías. La energía y magia que desborda Lolita Cortés en esta puesta en escena lleva al público a remontarse a su época de adolescentes en las que el amor era el protagonista de las aventuras más inalcanzables. 

Así es Caridad, una eterna enamorada del amor que no pierde la esperanza de encontrar a su alma gemela, a pesar de ser lastimada en todos sus intentos,  y como ella, muchos de los espectadores terminan pensando "Sin amor... la vida no tiene sentido".

Esta obra de teatro musical traída a México por OCESA reúne el encanto, poder y talento de un gran elenco que se entrega en cada una de sus presentaciones, y al hablar de elenco, me refiero también a los músicos que juegan un papel importante dentro del número, pues en cada una de las melodías impregnan un toque de seducción y arte. 

A pesar de contar con una larga trayectoria músical, los crítcos y medios que han precenciado esta obra, coinciden en que ha sido el mejor trabajo hasta ahora realizado por la multifacética Lolita Cortés, que en esta ocasión no sólo nos deja claro que  es excelente cantante y bailarina, sino también actriz de comedia musical, pues además de romántica, esta obra es sumamente divertida.

A todos los seguidores del buen teatro mexicano, y a los que no, también les recomiendo esta obra completamente familiar para que reconsideren la idea de que México aún existe teatro realizado por grandes talentos. 

A continuación, les dejo sólo una probadita de lo que es este "Dulce espectáculo". (Cortesía de OCESA).


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